Las empresas más eficientes energéticamente son también más productivas.
A mayor eficiencia energética y sostenibilidad, los trabajadores rinden más y están más contentos en su espacio laboral. Uno de los factores que más influye en la productividad de los trabajadores es la iluminación: contar con sistemas de iluminación natural no solo aporta un beneficio económico por el ahorro en energía, sino que también supone un beneficio social para todas las personas que forman parte de una empresa.
Según un estudio de la Harvard School of Public Health y la State University of New York Upstate Medical University, los empleados que trabajan en empresas energéticamente eficientes tienen una función cognitiva un 26% mejor que los que no y mayor calidad del sueño.
Contar con una empresa energéticamente eficiente supone una reducción de los costes, tanto de producción como de mantenimiento.
Y menor rotación de plantilla.
La eficiencia energética puede ser lo que te diferencia y te hace destacar por encima de tus competidores. De hecho, ya existen muchas empresas que están utilizando la sostenibilidad como su gran arma en sus estrategias de marketing y publicidad. Pero no solo en este aspecto, sino que apostar por la eficiencia también te da ventaja en cuanto al consumo, ya que no dependes tanto de la volatilidad del precio de la energía y tus facturas siempre se mantienen en gran medida constantes.
La población exige que, cada vez más, las empresas cuenten con una responsabilidad y sean activas en diferentes causas sociales. Una de ellas (y ganando protagonismo) es el cuidado del medio ambiente. En este sentido, mejorar la eficiencia energética implica una disminución de las emisiones y demuestra un interés real por la sostenibilidad y el uso de energías renovables. En definitiva, ayuda a proyectar una buena imagen de empresa.